Señor, aquí estoy delante de ti, me presento ante ti para recibir la bendición que me prepara para hacer de este día una experiencia de bendición.
Sé que nada puede contigo y tú eres lo mejor que tengo, por eso abro todas las puertas de mi ser y dejo salir cualquier sentimiento de tristeza o miedo y dejo entrar todo tu amor que me fortalece y anima a seguir adelante.
Gracias por la certeza que me has dado en el corazón de que pase lo que pase saldré adelante y podré disfrutar de tu amor.
Gracias porque guías mis pies para que no tropiece con ningún obstáculo y pueda caminar libre y seguro.
Quiero tenerte como modelo de mis actuaciones y hacerlo impulsado por tu Espíritu de amor, no permitas que me aleje de ti en este día.
Toma mis manos y prepáralas para los combates de este día, toma mi boca y purifícala para que las palabras que salgan de ella sean de bendición.
Toma mi ser y ungeme con tu Santo Espíritu de tal manera que nada me pueda dañar.
Ayúdame a crecer, llena mi corazón de paz, de amor mi boca, de inteligencia mi cabeza para que pueda comprender tu voluntad.
Confío en que ahora me estás dando tu amor y tu alegría para que pueda vivir lleno de fuerza y de ánimo, para que sea capaz de dar lo mejor de mí.
Amén.
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