Cristo Rey en su Ascensión



Rey divino y Pontífice eterno que, después de instituir tu iglesia, te elevaste al cielo a recibir la felicitación de tu Padre y de todos los ángeles, acepta nuestro homenaje de adoración.

Es muy pobre el amor de nuestro corazón, pero tú eres infinitamente rico y todopoderoso, bondadoso y atento.

Para los que te invocamos con fe, esperanza y amor.

Rey de la gloria, por la alegría de los bienaventurados al verte subir victorioso de la tierra, danos fortaleza a todos los que trabajamos por tu Reino

Haz que comprendamos que estás sacramentalmente en medio de nosotros y también por la gracia en todo corazón puro.

Tú sabes cuánto te necesitamos concédenos la gracia de no decaer en tu servicio y de imitar tus ejemplos, para que reinemos contigo eternamente.

Amén



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