Querido Dios, Ha sido una semana larga, te necesitamos ahora más que nunca.
Te pedimos que dirijas nuestro corazón y nuestra mente hacia ti y nos llenes de tu Espíritu, renovación, paz y gozo, nos recuerdas en tu palabra que eres fiel para llevar nuestras cargas, nos dices que renovarás nuestras fuerzas y prometes darnos descanso cuando lleguemos a ti.
Perdónanos por las veces que hemos trabajado tan duro para ser autosuficientes, olvidándonos de nuestra necesidad de ti, viviendo independientemente de tu Espíritu.
Perdónanos por permitir que el miedo y la preocupación controlen nuestras mentes y por permitir que el orgullo y el egoísmo causen estragos en nuestras vidas, perdónanos por no seguir tus caminos y por vivir alejados de tu presencia.
Gracias porque sus caminos son mucho más grandes que los nuestros y sus pensamientos mucho más profundos que nuestros pensamientos.
Gracias por tener un plan para canjear.
Gracias por hacer todas las cosas nuevas.
Gracias porque tu rostro está hacia los justos, estás cerca de los quebrantados de corazón, escuchas nuestras oraciones y conoces nuestros corazones.
Gracias por su poderosa presencia diaria en nuestras vidas, que podemos estar seguros, sin importar lo que enfrentemos, su corazón está hacia nosotros, sus ojos están sobre nosotros y sus oídos están abiertos a nuestras oraciones.
Gracias porque nos rodeas de favor como con un escudo, y estamos seguros a tu cuidado.
Te alabamos y honramos porque tus caminos son justos y verdaderos, señor te damos adoración porque eres santo y justo.
Declararemos que tu amor permanece firme para siempre, porque tu misericordia perdura para siempre.
Amén.
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