Oración de la Noche del Domingo


Señor mío y Dios mío, la noche es una gran oportunidad para abrirte mi corazón, porque, a pesar del cansancio y el agotamiento que ha dejado el día, puedo reconocer todas las cosas que he vivido en él, y puedo asumir que hay cosas en las que puedo mejorar, me propongo trabajar en ellas. 

Gracias por todas las bendiciones de este día, por tu fuerza que me sostuvo para no darme por vencido, permíteme contarte cómo me fue hoy: y te agradezco por las personas que me robaron una sonrisa y por quienes me enseñaron a ser paciente. 

Gracias por permitirme terminar el día de esta manera, junto a ti, contándote todo lo que he vivido y sintiéndome profundamente escuchado y amado.

Te amo mucho y quiero aprender a amar, así como amas tú.

Amén

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