Dios mío bendice a los cirujanos y al personal médico que nos operarán, quédate con ellos y equípalos para que sean extensiones de tu mano sanadora.
Señor Permanece presente conmigo, incluso cuando me duerma por la medicación para el dolor, ayúdame a sentir tu presencia y recuerda que siempre estás conmigo.
Nunca me voy, siempre fiel, amarme más de lo que soy capaz de comprender y ahora, la parte más difícil: confiar verdaderamente en el resultado de mi vida en tus manos.
Porque es cuando nuestros planes de curación no se parecen a los tuyos cuando nos frustramos y la fe amenaza con salir de nuestros corazones, la duda puede filtrarse por las grietas en circunstancias inesperadas, en esos momentos, Señor Jesús, fortalécenos para recordarte.
Tus caminos no son los nuestros, porque solo tú puedes reclamar el verdadero amor por nosotros, solo tú sabes lo que es perfecto y justo en los acontecimientos diarios de nuestras vidas, nuestro tiempo aquí es tan fugaz, pero nuestra fe en ti, Jesús, nos distingue y nos asegura la vida eterna, sin dolor y lleno de paz.
Padre, que todos los que me conocen sean testigos de mi paz en este proceso y sepan que es de t
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Gracias por la vida, Dios, bendíceme y sáname hoy a través de esta cirugía, ya que me saques a través de estas dolencias para restaurarme en la tierra o me lleves a ti, confío en ti hoy y siempre.
En el nombre de Jesús.
Amén.
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