Padre, gracias porque nunca estoy solo, tu presencia calma el mar turbulento de mi vida y habla paz a mi alma, tu palabra dice que mi fe nunca será avergonzada si confío en ti.
Escuche mi oración mientras pido consuelo al lidiar con la pérdida de mi ser querido.
Ayúdame a encontrar fuerza y paz en tu presencia, devuelve la alegría a mi alma.
Señor, bendíceme y guárdame, haz resplandecer tu rostro sobre mí, vuelve tu rostro hacia mí y dame paz y tráeme consuelo en esta dolorosa pérdida, ministrame con tu amor, comprensión y compasión y el encuentro de las almas.
Amén.
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